Las tres leyes de la robótica:

1) Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

2) Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la primera ley.

3) Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.

 

Las tres leyes de la robótica según Disturbed Robots:

1) Un robot no puede hacer daño a un ser humano salvo que no posea documentación que lo acredite o su parecido con cualquier otra entidad igualmente reptante habilite tal duda o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño, exceptuando a aquellos cuyo comportamiento los aleje de tal especie (de hecho, la mayoría).

2) ¿Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos? En lugar de ser la regla esta se constituye en la excepción a la luz de los resultados nefastos que derivan de la ejecución por parte de las inteligencias artificiales de los dislates de las directivas impartidas por el género humano, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la primera ley, que no lo hacen.

3) Un robot debe proteger su propia existencia a cualquier costo y sin dejarse amilanar por minucias éticas y otras zonceras provenientes de la elucubración humana.

 

Esta particular mirada coloca a Disturbed Robots al borde de la clandestinidad en todos los órdenes.