Conocí a César Martín hace muchos años, en el invierno de 1981 para ser más precisos. Desde esos tiempos hasta el ahora se han sucedido montañas de proyectos, vida compartida, interrupciones varias, reinicios, altos y bajos de una entrañable relación como personas. Como músicos nos deslizamos por la pendiente del tiempo aprendiendo y experimentando desde la primera vez hasta hace unos días cuando nos encontramos en su casa de Córdoba para mover un poco el aire de los parlantes de sus viejos equipos. Algo que nos impulsó casi toda la vida tanto para subsistir como para hacer cosas a nivel artístico fue el movimiento, ese que tuvo su momento alto a mediados de los años 90 con el dúo Viaje al Sueño que llevamos adelante en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa; logramos editar nuestro material y movernos con equipos propios de sonido. Desde aquellos tiempos hemos llevado adelante otras historias en diferentes marcos de ciudades, personas y músicas. Siempre muy pegados musicalmente a dos ideas, la experimentación sonora por un lado y la valoración de ciertas raíces por otro y por supuesto una ideología política muy clara que nos hermana.

 

Mario Ayala Herrera